lunes, 5 de septiembre de 2011

BUSCANDO A LA PAREJA PERFECTA

El buceo es una de las actividades que se debe realizar siempre en pareja, y como cualquier otra de estas actividades la elección de quien nos acompañara en la próxima inmersión es más importante de lo que en un principio pudiera parecer.

El hecho de bucear acompañado es una de las reglas básicas para un buceo seguro, no solo porque nuestro compañero es en muchos casos el último recurso cuando las cosas se ponen feas, sino porque el simple hecho de ir con alguien a tu lado provoca una sensación de confianza que ayuda a alejar la tensión que el medio subacuático provoca incluso a los mas experimentados, lo cual es importante, sobre todo si se tiene en cuenta que el pánico es la causa del mayor número de accidentes y agrava aquellos en los que no es causa directa.

Confiar en quien esta disfrutando contigo de la “buceada” es fundamental, pero esa confianza se debe basar en el conocimiento mutuo, saber que en un caso de riesgo tu pareja va a ser capaz de sacarte las castañas del fuego, tanto porque posea la forma física, la técnica y los conocimientos cómo la seguridad en sí mismo que le permita reaccionar adecuadamente en una situación de peligro.

En la mayoría de los casos podemos elegir a nuestro acompañante, de hecho casi siempre planeamos con quien ir a bucear antes incluso de salir de casa, y normalmente es alguien a quien conocemos suficientemente y estamos al día de su curriculum como buceador y como persona, pero a veces los planes fallan y nos encontramos con que estamos en el muelle a punto de salir y sin nadie conocido con quien compartir la inmersión y nos “adjudican “ a otro buceador que estaba tan “colgado” como nosotros, entonces surgen las dudas y los miedos que hay que despejar antes de saltar por la borda con el equipo en la espalda. Es importante establecer una relación personal con quien se va a compartir la inmersión, aprovechando el viaje al punto donde vamos a bucear, determinar el carácter de esa persona sus conocimientos y títulos de buceo y sobre todo su experiencia, pero cuidado que existen tiburones de pantalán que en el agua no llegan a la categoría de chanquete.

Puede darse el caso de que coincidamos con un buceador experto con más horas de inmersión que el comandante Cousteau y más estrellas que la osa mayor y lo que en principio podría parecer como la situación ideal, el momento de aprender y avanzar en nuestra técnica de buceo puede convertirse en una fuente de riesgo, si nuestro experto compañero no es capaz de darse cuenta que su pareja, o sea nosotros, no estamos a su altura, no tenemos ni su técnica, ni su capacidad de dar aletas y necesitamos un contacto visual mas próximo y frecuente de lo que él probablemente necesite y en un momento dado podamos encontrarnos que nos hemos quedado solos.

En el caso de tener que bucear con alguien con mucha menos experiencia que la nuestra debemos tener en cuenta que probablemente necesitara tenernos mas cerca de lo que nos es habitual, mas pendiente el uno del otro y además debemos ser conscientes de que su capacidad de reacción frente a una situación comprometida va a ser escasa por lo que se debe aumentar los márgenes de seguridad y tomarnos la vida con más calma de lo habitual, disfrutando de una inmersión tranquila y sin sobresaltos.

En el buceo como en el amor, el disfrutar con una pareja con quien nos compenetremos, a quien entendamos y nos entienda, que coincida en el nivel de riesgo que queremos asumir, que tenga una capacidad tanto física como técnica similar a la nuestra, es básico para establecer una buena relación que nos haga disfrutar de la inmersión.

No pierdas la oportunidad de iniciarte en el fascinante mundo del buceo. Visita nuestra propuesta y !!!al agua!!!

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